Salud y medicina, bienes a preservar
Esta es la consigna de unos nuevos días del patrimonio. En el contexto actual, y más allá del homenaje que hubiera merecido Mario Benedetti, nadie puede discutir que la consigna es vigente y la oportunidad propicia para instalarla en la opinión pública. Hay varias formas de conmemorar la vigencia de la salud y la medicina como bienes a preservar. Sobre la Salud no tenemos dudas que la mejor forma es precisamente el ejercicio de esa preservación, respetando todas las medidas sanitarias promovidas por las autoridades, con la sólida base de las recomendaciones hechas por la ciencia, en las que los científicos de la Universidad de la República han cumplido un papel relevante. Aquí lo hemos hecho, aún teniendo casos positivos de COVID19, el respeto a los protocolos evitó que hubiera consecuencias indeseables. Sin dudas la población uruguaya conoció a un grupo de científicos que no estaban en el foco de la atención pública y seguramente se asombró de la juventud de muchos de ellos. Una gran parte de los mismos adquirieron su formación por haber gozado de la posibilidad de estar en el régimen de dedicación total de la Udelar. Porque el conocimiento científico no se improvisa ni se compra en la feria, lleva tiempo y esfuerzo humano obtenerlo. Y su aporte a la salud colectiva ha quedado demostrado. Esto es una de las cosas en riesgo con el incremento cero al presupuesto de la Udelar. Porque se requiere de esos jóvenes para su aporte hoy y porque son el relevo de los más veteranos.
Sobre la Medicina puede haber muchas formas de homenaje, se pueden hacer encendidos y bonitos discursos, admirar fotos viejas e incluso si el marco fuera otro visitar instalaciones dedicadas a ello lo que no es pertinente en las condiciones actuales. Hay otra forma de conmemoración que es el camino no sólo de considerar la Medicina como un patrimonio a preservar sino que es acrecentándolo. Este es nuestro camino. No sintitendo al patrimonio como una contemplación del pasado sino como una construcción social que se enriquece día a día.
Haber decidido y empezado a implementar la carrera completa de Medicina en el CENUR Litoral Norte creo que es el mayor homenaje que podemos hacer. Por un lado por habilitar la posibilidad de cursarla de muchos jóvenes con esa vocación que no tendrían otra opción ni en las universidades privadas ni la posibilidad de cursarla en la Udelar en Montevideo. Son los que están del lado desafortunado de la desigualdad por razones económicas y geográficas.
Por otro lado en el Uruguay hay unos 16.000 médicos de los cuales 1.500 están radicados al norte del Río Negro. Es lo que hay en ese Uruguay que se llama profundo como un eufemismo cuando lo real es que es el Uruguay postergado. Poder tener médicos que se formen en la región no es toda la solución del problema pero sí es parte y creemos que la carrera de Medicina en el Litoral Norte es una contribución relevante. Un incremento cero en el presupuesto transforma esa carrera en una carrera de obstáculos.
El Presidente de la República ha dicho “la Udelar va a tener que optar”. El presidente acierta en el verbo pero se equivoca en el sujeto y en el tiempo verbal. Hay que optar pero no en el futuro, el momento es ahora y quienes tienen que hacerlo son aquellos que pidieron el voto para ser representantes y ocupan una banca en el Parlamento. Son ellos los que deben interpretar el pensar y sentir de sus representados.
Editorial director Ing. Agr. Pancracio Cánepa