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  • Docente de Regional Norte participa en curioso descubrimiento en Garrapatas

    De agresivas y transmisoras de enfermedades,
    a tener comportamiento maternal

    El docente de la Facultad de Veterinaria en la Regional Norte Salto, Dr. José Manuel Venzal Bianchi, participó de un curioso hallazgo en su investigación sobre garrapatas, junto a reconocidos científicos de nivel internacional. El descubrimiento aporta evidencias inéditas sobre el comportamiento maternal de garrapatas encontradas en Grutas de Calcehtok, Yucatán, México.
    El Dr. Venzal acaba de recibir la confirmación de que la investigación en la que formó parte será publicada en una de las revistas mas prestigiosas a nivel mundial sobre parasitología, The Journal of Parasitology.
    El docente universitario, es además investigador del Área Agraria del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
    Según explicó el Dr. Venzal, los ejemplares de garrapatas investigados, hembras de una especie denominada científicamente Antricola marginatus, tenían adosadas en su cuerpo entre 105 a 466 larvas que fueron confirmadas que correspondían a su misma especie. Este hallazgo además de curioso “resultó muy importante ya que los únicos que realizan este comportamiento de tipo maternal entre arácnidos son las arañas, escorpiones, y arañas látigo, cuyas hembras llevan la descendencia recientemente eclosionada en su cuerpo durante unos días, hasta que la descendencia pueda vivir independientemente”, afirmó Venzal, hallazgo sobre el cual no existían evidencias.

    RECONOCIDO DOCENTE
    E INVESTIGADOR SALTEÑO
    El Dr. José Manuel Venzal Bianchi es docente de la Facultad de Veterinaria en la Regional Norte - Salto, quien recientemente recibió el Premio Scopus ELSEVIER Uruguay 2011 en el área de Ciencias Agrícolas. Premio a investigadores afiliados a instituciones en Uruguay, con producción científica destacada y de excelencia registrada en la base de datos SciVerse Scopus.
    El mismo se dedica desde hace más de 15 años a la investigación sobre artrópodos de interés médico y veterinario, en especial las garrapatas y las enfermedades que estas transmiten, tema con el cual realizo su doctorado en la Universidad de Zaragoza, España.
    Ha publicado numerosos artículos científicos entre los que se destacan los estudios epidemiológicos sobre la garrapata transmisora de la rickettsiosis humana en Uruguay así como la descripción de nuevas especies de garrapatas en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, donde fue descubierta en el departamento de Artigas.
    Gracias ello también recibió el Premio Academia Nacional de Veterinaria (2008) y el Primer Premio de la Asociación Argentina de Parasitología Veterinaria, Premio AAPAVET Anual Rioplatense 2008: Dr. Edín Raúl Castro.
    Además es investigador del Área Agraria del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).

    EL RELATO DE LA EXPERIENCIA
    La experiencia que llevó a este singular descubrimiento, contó con una ardua peripecia de la cual el Dr. Venzal nos aporta un minucioso relato que a continuación reproducimos:
    Durante estudios sobre garrapatas parásitas de murciélagos realizados en conjunto a los reconocidos científicos de nivel internacional y miembros de la Sociedad de Investigadores de Antricola (SIA), el Dr. Marcelo Labruna (Universidad de São Paulo, Brasil), el Dr. Santiago Nava (INTA Rafaela, Argentina) y la Dra. Carmen Guzmán-Cornejo (Universidad Nacional Autónoma de México) en Yucatán, México, hallamos un curioso descubrimiento.
    Al ingresar a las enormes Grutas de Calcehtok (FOTO 1) y caminar, en realidad arrastrase junto a las directivas de un guía local perteneciente a la familia Cuy, que sin él hubiese sido imposible llegar al objetivo. Se tardó más de dos horas y media entre pasadizos, grietas y precipicios, y esquivando ciempiés y arañas entre otros “bichos” en llegar a una bóveda en cuyo techo habitaba una importante colonia de murciélagos y desde el suelo como montañas se erigían sus depósitos de excrementos denominado guano. Uno de los principales problemas en estos sitios es la falta de oxígeno, el penetrante olor amoniacal del guano de los murciélagos, la alta temperatura y humedad. Es precisamente aquí donde proliferan una serie de especies de garrapatas, cuyos adultos y ninfas se caracterizan por estar sobre el guano y sus larvas parasitar a los murciélagos. Mientras se recolectaban rápidamente la mayor cantidad de ejemplares posibles para ser analizados posteriormente en el laboratorio, ya que las condiciones anteriormente mencionadas era casi imposible permanecer mucho tiempo, llamó la atención la presencia de algunas garrapatas de gran tamaño y con la presencia de muchos “ácaros” recubriendo su cuerpo. Estas garrapatas fueron colocadas individualmente en tubos para ser observadas luego, ya que la poca visibilidad debido a que solamente se poseía luz de las linternas frontales no permitía determinar con exactitud qué tipo de ácaros las recubrían. Cabe destacar que ya se han observado casos de garrapatas que al poseer guano de murciélago pegado a su cuerpo, centenares de pequeños ácaros se alimentan del mismo por lo que da la apariencia que la garrapata es utilizada como transporte.
    Luego de colectar bastante material y estar obligados a salir por las dificultades que ya se presentaban al respirar, se comenzó el regreso hacia la “luz” sin antes sortear algunos escollos como un pasaje denominado el “útero” porque además de estrecho había que pasarlo contorneado y sin mochila (FOTO 2), el paso del “macho” (termino este último muy utilizado por los Mexicanos), cuyo nombre se debía a que había que atravesar un camino muy estrecho y debajo había un precipicio en el cual las luces de los frontales se perdían. Otro problema fue tener que subir paredones empleando cuerdas, ya que por la humedad debida a las filtraciones de agua provenientes desde el exterior todo era muy resbaladizo (FOTO 3).
    Finalmente tras dos horas de regreso, todos húmedos y embarrados, aunque el guía estaba bastante limpio, procedimos a respirar aire puro, rehidratarnos y acondicionar el material.
    Lo primero en ser observado fueron los escasos ejemplares de garrapatas cubiertas de “ácaros”. Las cuales inmediatamente llamaron la atención por el tamaño de los ejemplares que las recubrían y que ayudados por una pequeña lupa de campo, se les observó presencia tres pares de patas y apariencia de garrapatas pequeñas, aclarando que las garrapatas en su estadio larval poseen seis patas, o sea tres pares, y no cuatro como las ninfas y adultos.
    Para no perder la evidencia ya que al sacar estos artrópodos de su ambiente natural tal vez todos los ejemplares de “larvas” se dispersaran, se procedió a fotografiar a una de las garrapatas (FOTO 4). 
    Cabe aclarar que fue imposible realizar fotografías dentro de la bóveda o sea “in situ” ya que la alta humedad empaña inmediatamente la lente de la cámara y además las de tipo digital se bloquean e incluso pueden dañarse.
    Al volver a la ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán y tras reacondicionarnos superando calambres y otros problemas físicos, se analizaron todas las muestras y se confirmó la sospecha inicial, lo que recubría a la garrapatas adultas, todas hembras en este caso eran larvas.
    Ya cada uno en sus respectivos países y con el material dividido, al analizarlo y unificar resultados, se observó que todos los ejemplares (8 en total) eran hembras de una especie denominada científicamente Antricola marginatus, las cuales tenían adosadas en su cuerpo entre 105 a 466 larvas que fueron confirmadas que correspondían a su misma especie.
    Este hallazgo además de curioso, ya que las garrapatas son más conocidas por sus picaduras y enfermedades que transmiten, resultó muy importante ya que los únicos que realizan este comportamiento de tipo maternal entre arácnidos son las arañas, escorpiones, y arañas látigo, cuyas hembras llevan la descendencia recientemente eclosionada en su cuerpo durante unos días, hasta que la descendencia pueda vivir independientemente.
    Al revisar la literatura, varios autores especulan con esta posibilidad en algunas especies de garrapatas pero sin evidencias y el único antecedente reportado sobre larvas sobre garrapatas proviene de Cuba hace unos 40 años, donde solamente se menciona la presencia de larvas sobre una hembra.
    Con todos los datos de este estudio se realizó un trabajo denominado “Comportamiento maternal en la garrapatas Antricola marginatus que fue enviado y recientemente aceptado para ser publicado en este año en la prestigiosa revista de The Journal of Parasitology.
    Todo esto ocurrió en tierras de la civilización maya, donde perduran sus majestuosas ruinas (FOTO).
     

    Foto 1. Grutas de Calcehtok, Yucatán, México

    Foto 2. Pasaje el “útero”, Grutas de Calcehtok, Yucatán, México

    Foto 3. Escalando dentro de la gruta, Grutas de Calcehtok, Yucatán, México

    Foto 4. Garrapata con las larvas en su cuerpo

    Foto 5. Ruinas mayas de Chichén Itzá, Yucatán, México